Los libreros estudian también crear una bolsa de empleo territorial ante la dificultad para encontrar personal suficiente con perfiles determinados
Hay menos librerías en España. Son más grandes, facturan más, pero el número cae. El mapa de librerías 2023 presentado recientemente por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal) refleja que entre mediados de 2002 y finales de 2003 la cifra de establecimientos independientes cayó un 6,2 por ciento.
A 31 de diciembre de 2023 había en España 2.792 librerías, frente a las 2.977 que habría en junio de 2002. Este descenso se debe a diferentes causas, una de ellas incluso es la depuración que estudio a estudio hacen sus autores para afinar el análisis de la realidad del sector. Pero otra de estas causas está en la jubilación de los propietarios sin que haya nadie que los sustituya. No parece, dado que no se expresa en el informe, que la situación económica sea una de las causas que preocupe.
Cegal ha mostrado esta preocupación de tal manera que se reunió después de presentar el estudio con el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la directora general del Libro, María José Gálvez, para, entre otras cuestiones, proponer la creación de una agencia de traspaso de librerías, un organismo que se encargaría de realizar estas gestiones a medio plazo.
Según explicó Cegal tras la reunión, el objetivo es que en los traspasos participaran, además de las librerías, las editoriales y el propio Ministerio de Cultura, a fin de que se pudieran reconducir los fondos y préstamos que hubiera para que se fuera realizando en los dos o tres últimos años antes de la jubilación del propietario y hacer así la labor de guarda.
Hay que evitar, sostiene esta asociación, que ese seis por ciento de persianas bajadas definitivamente continúe, al menos por causas que podrían ser evitables en muchos casos, como es la falta de relevo de las personas que han estado al frente. “Casi todos vienen de cierres que no han tenido continuidad”, dijo el portavoz de Cegal, Álvaro Manso tras presentar la propuesta en el Ministerio. Cegal plantea la puesta en marcha este proyecto de la agencia de traspaso ante el alto porcentaje de libreros que tienen más de 60 años.
Pero el cierre de establecimientos es sólo uno de los asuntos que aborda el mapa de librerías. Este amplio documento presentado por Cegal en el último congreso nacional de librerías recoge, a través de una encuesta, la evolución del sector desde junio de 2022 y sus principales rasgos: incremento de la facturación, de la estructura y plantilla laboral, aumento de la superficie de las salas de venta y también de la presencia digital a lo largo de estos últimos años. Entre las cuestiones a mejorar, destaca la formación.
Para calcular la cifra de librerías, el estudio recoge aquellos puntos de venta físicos en los que el peso de la venta del libro nuevo es significativo en su facturación anual (en torno al treinta por ciento). No incluye ni a los que operan solo online, ni a cadenas de librerías con más de 25 puntos de venta con el mismo nombre comercial, ni librerías de segunda mano. Entre las cadenas de librerías, el informe cita cuatro: Casa del Libro (57 librerías), Espacio Lector Nobel (27), Fnac (36) y Abacus (47), que han crecido en conjunto un 2,5 por ciento en este periodo.
El sector por comunidades
El censo de librerías indica que la comunidad autónoma con un mayor peso es Cataluña, con 410, que suponen el 14,7 por ciento del total de las recogidas en el censo, con una densidad de 5,29 librerías por 100.000 habitantes. Le sigue Madrid (392 y el 14 por ciento, con una densidad similar). Tras ellas están Andalucía, Valencia y Galicia.
Ateniéndose solo al criterio de densidad por 100.000 habitantes, Castilla y León (9,4) y Galicia (9,30) son las comunidades que cuentan con un mayor número de establecimientos respecto a la población de referencia. Aquellas comunidades con una menor densidad se encuentran en Castilla la Mancha e Islas Baleares con valores de 4,17 y 4,38.
Las librerías independientes analizadas en el estudio son pequeñas empresas de las que seis de cada diez se han creado ya en el siglo XXI, lo que implica un sector de gran renovación. Incluso casi la mitad se abrieron en los últimos diez años. No obstante, aún queda un resistente ocho por ciento formado por establecimientos que abrieron antes de 1971.
Por tamaño, la mayor parte de ellas, nueve de cada diez, son empresas con un único local. La sala de ventas y atención al público supone hasta el 73% de la superficie total del establecimiento. Esta superficie destinada directamente a la venta gana protagonismo en las librerías, dice el informe, cuya apertura se ha producido a partir del 2021. También se observa en estas nuevas librerías, la reducción de la superficie destinada al almacén. La media de la sala de ventas asciende a 115,64 metros.
Bibliodiversidad
Esto permite tener unos fondos importantes, aunque la mitad de las librerías no superaban los seis mil títulos en stock, mientras que sólo el once por ciento tiene más de dieciocho mil. Esta disponibilidad de fondo es la que mide un concepto al que las librerías le dan mucha importancia, la bibliodiversidad, a través de la cual se busca que los lectores tengan acceso a una nutrida pluralidad de contenidos.
La mayoría de ellas, tres de cada cuatro, se pueden considerar generalistas, mientras que el cuarto restante tiene algún tipo de especialidad. Entre las que tienen un carácter especializado, destacan la literatura infantil y juvenil (el 35 por ciento de ellas lo son en este segmento) y le siguen el cómic (32 por ciento) y otros como ciencias sociales y, humanidades, texto escolar, científico-técnico, idiomas o viajes.
Lo que sí parece funcionar es la facturación, que crece en una parte importante de las librerías. Sin dar una cifra global, el estudio subraya la franja central de ingresos como la mas importante, de modo que la media de ventas se sitúa, en un 58 por ciento de los casos, entre los 90.000 y los 600.000 euros. Las cifras de la facturación están vinculadas, según los datos facilitados en la encuesta del estudio de Cegal, con la población en la que estos establecimientos se ubican. Por encima de esa cifra se sitúa el once por ciento y la mayoría de las grandes se encuentran a su vez en los municipios con mayor cantidad de población, mientras que las más pequeñas lo hacen en municipios de bajo número de habitantes.
El sector sigue teniendo una estructura muy atomizada. Para basarse en esta afirmación, el estudio analiza la forma jurídica bajo la que operan estos establecimientos, para indicar que la mitad son trabajadores autónomos y de la otra mitad las sociedades anónimas tan solo significan del uno por ciento y predomina la sociedad limitada. “De forma mayoritaria, en un 91% de los casos, se identifican las librerías independientes como empresas unilocalizadas”, señala el infirme.
Plantillas con mayoría de mujeres
Las librerías tienen una media de 3,2 empleados que son en su mayor parte mujeres. El 62 por ciento de los trabajadores empleados en ellas está formado por mujeres, frente a un 37 por ciento de hombres y un 1 por ciento con otra identidad. “El peso de la mujer es más destacado como trabajadora por cuenta ajena con un 69 por ciento —indica el estudio—. Esta presencia mayoritaria también se mantiene entre el personal por cuenta propia (RETA), con el 55%. Respecto a la estabilidad de las plantillas, el 92% de los trabajadores por cuenta ajena son indefinidos”.
De estas plantillas, la mayor parte tiene estudios de educación superior, un 65 por ciento ente los gerentes o responsables de la librería, y un 54 por ciento en el caso del perfil formativo del resto del equipo.
La visibilidad del negocio librero tiene uno de sus factores clave en internet, una presencia digital que les permite acceder a gran variedad de público. Casi ocho de cada diez librerías tienen una página web propia y casi todas cuentan con perfiles en diferentes redes sociales, con Instagram y Facebook como las principales utilizadas y en menor medida X, Youtube y TikTok.
Las ventas en las diferentes plataformas digitales suponen ya el 8,4 de los ingresos de las librerías que cuentan con ellas, que son en torno a siete de cada diez. Hay varias formas de venta en este caso: la plataforma todostuslibros.com, las redes sociales o distintos canales de mensajería (tipo Whatsapp)
Todostuslibros.com es la plataforma comercial digital que pusieron en marcha las librerías desde Cegal después de la pandemia de 2020 —aunque el proyecto era anterior, fue la cuarentena de la primavera de aquel año la que aceleró el proceso—. A ella se han adherido hasta el momento 674 librerías. Llama la atención el fuerte peso proporcionalmente de Madrid, Valencia o Galicia frente al escaso de Cataluña, siendo esta la comunidad autónoma con mayor número de librerías.
En el apartado que habla de la evolución de las librerías en los últimos años, destaca el fuerte incremento del uso de nuevas tecnologías, en consonancia con el desarrollo de estas y con la rápida implantación entre la sociedad. “La disponibilidad de página web propia también ha aumentado respecto al porcentaje de librerías que contaba con este espacio en el 2016. La presencia digital a través de este canal facilita información sobre la empresa y mejora el posicionamiento en las búsquedas por internet”, dice el estudio.
En 2016, ejercicio de referencia para establecer la evolución de los últimos años, la presencia de las librerías en internet ya era muy elevada. El 93 por ciento tenía página web. Ahora ha crecido y llega al 97 por ciento. Pero lo más significativo quizá sea el dato de las librerías que tienen ventas a través de un canal digital, que ha pasado en el mismo periodo del 43 por ciento al 61 por ciento.
La formación como asignatura pendiente
El estudio llega a la conclusión de que queda aún por hacer en materia de formación de los trabajadores. Sin embargo, no hay muchas librerías que realicen actividades formativas. De hecho, cuando se preguntó en la encuesta si se ha realizado alguna de ellas en los últimos 24 meses, sólo tres de cada diez respondieron que sí, buscando para ello, de forma mayoritaria, personal externo a las librerías. Como apunte crítico, el informe subraya que las respuestas que se dan es estos casos indican que hay un escaso reconocimiento de esta labor, por lo que plantea la necesidad de aumentar la colaboración y unos sistemas estandarizados de capacitación para ponerlos a disposición de las librerías independientes.
Tras identificar a la formación como una de las grandes necesidades del sector, el informe apunta a tres grandes áreas en las que habría que trabajar: mejora de la gestión económica y comercial; apertura a nuevos públicos, incluyendo aquí la aplicación de las últimas tecnologías desde la gestión en redes sociales hasta la inteligencia artificial; y creación de espacios con identidad.
La mitad de los libreros encuestados señala que no tiene intención de realizar formación alguna a corto y medio plazo, mientras que el escaso dieciocho por ciento que dice que sí lo hará, fija sus objetivos en la mejora de la explotación y el rendimiento de los programas fe gestión.
Los grandes retos del sector
Además de la formación, en el apartado de conclusiones y a la hora de abordar cuál es el recorrido para la mejora del sector de las librerías, el estudio identifica seis puntos. El primero es la información para el análisis comercial. Habría que trabajar, dice, para abordar este reto en conocer el peso de la oferta en la cuenta de resultados, lo cual sería necesario “debido a la ausencia de un análisis en profundidad sobre la gestión comercial y el rendimiento de los productos, artículos y servicios”.
El segundo punto que aborda es la presencia digital “en los distintos canales para posicionar y visibilizar a la librería frente a la competencia y como estrategia para llegar a nuevos usuarios”. En relación con este se encuentra el tercer punto, que habla de la venta online, que, como ya se ha citado, supone el 8,4 de la facturación para aquellas librerías que cuentan con estos canales. “El incremento y la consolidación de estos puntos de venta son necesarios para la adaptación a los cambios de hábitos en la compra y como mejora de la competitividad de las librerías”.
El cuarto motivo de análisis es la adaptación que desde Cegal juzgan necesaria de las soluciones y recursos a las distintas tipologías de librerías. Habría que abordar en este sentido “desde las librerías con una dependencia exclusiva sobre la venta de libro de texto pasando por los nuevos formatos de librerías que incluyen servicios y oferta diferenciada respecto a los habituales modelos de negocio”.
El quinto punto hace referencia a las facilidades para abordar el relevo generacional, con un refuerzo de las estructuras de las librerías y su imagen que permita contar con empresas sostenibles. Todo ello, “con el objetivo de facilitar el relevo empresarial y la captación de personal laboral para que puedan desarrollar su trayectoria profesional en las distintas áreas de gestión de las librerías”.
Finalmente hace mención como sexto apartado a la necesidad de colaboración entre las librerías independientes. Entre las propuestas en este sentido se ha planteado la creación de una bolsa de empleo a nivel territorial para facilitar los procesos de selección y contratación. Esta propuesta se hace ante la importancia del capital humano de las librerías y las dificultades para encontrar trabajadores de un perfil determinado.
Respecto a este último, la pertinencia de crear una bolsa de trabajo territorial fue incluida en la encuesta que se realizó entre las librerías, y tres de cada cuatro señalaron que les parecía algo positivo. La necesidad de reforzar las plantillas laborales, prosigue Cegal, se ha puesto de manifiesto como una de las barreras que frenan la competitividad en las campañas de mayor venta, como pueden ser los días y las ferias del libro, los salones especializados o el periodo de Navidad.